El capitán del Rio Natura Monbus Obradoiro, Rafa Luz (Araçatuba, 1992), alcanzó este sábado contra el Herbalife Gran Canaria los 150 partidos en Liga Endesa, de los cuales 87 han sido enfundado en la camiseta del equipo santiagués, |
El capitán del Rio Natura Monbus Obradoiro, Rafa Luz (Araçatuba, 1992), alcanzó este sábado contra el Herbalife Gran Canaria los 150 partidos en Liga Endesa, de los cuales 87 han sido enfundado en la camiseta del equipo santiagués, y lo hizo, además, de una forma inmejorable, repartiendo nueve asistencias que le llevaron al “Mejor Quinteto” de la Jornada 19, aunque asegura que lo más importante fue la victoria: “si estoy ahí fue porque ganamos”, declara.
El base brasileño empezó a jugar al baloncesto por influencia familiar, “algo natural” en palabras del propio Rafa, ya que su padre fue entrenador y sus hermanas también jugaron a nivel profesional, tres de ellas, en España. Desde pequeño tuvo un balón en sus manos, empezando a entrenar a los cinco años, con la mudanza a Jundiaí, donde actualmente vive.
Rafa, que se formó en la cantera del Unicaja de Málaga, recuerda que fichó por el equipo andaluz a raíz de unos campus de verano en los que participó. Admite que la decisión de cruzar el Atlántico y venir a España “fue algo difícil, porque estaba acostumbrado a vivir con mis padres y con una de mis hermanas. Me cambió muchísimo vivir prácticamente solo en un país diferente”. Con el combinado de la Costa del Sol debutó en la Liga Endesa y también en Euroliga. El base explica que “fue algo muy grande, pasar de jugar en Los Guindos con mis compañeros a enfrentarme con los mejores del mundo” y reconoce que “tardó en entrar en mi cabeza, pero fue muy emocionante”.
Tras la experiencia malagueña, y después de un breve periplo por el CB Granada, Rafa Luz fichó por el Lucentum Alicante. Allí vivió una temporada mágica, consiguiendo la clasificación para la Copa del Rey y disputando los playoffs por el título. El brasileño califica aquella temporada como “increíble” ya que “fui con mucha ilusión en busca de minutos y hacerme con un sitio en la Liga Endesa. Cuando nadie daba un duro por nosotros nos metimos en Copa y playoffs”.
En el verano de 2012 desembarcó en Santiago de Compostela, y en su primer año creció y aprendió en compañía de Andres Rodríguez, ganando en relevancia a medida que avanzaban los meses. Rafa se muestra muy satisfecho de haber trabajado con el puertorriqueño, quien le enseñó “la pausa que me hacía falta para intentar leer mejor todas las situaciones. Está muy bien ser agresivo, pero necesitaba un poco de templanza, y Andrés fue mi gran maestro. Le estoy muy agradecido”, sentencia.
En la siguiente temporada mantuvo un crecimiento exponencial, ganándose la titularidad y con la afición puesta en pie en el último partido clamando por su renovación. Sin embargo, y pese a haber mejorado significativamente sus números, no duda en hacer autocrítica: “Empecé el año muy irregular, que es algo que me suele pasar, y no sé por qué, pero fui cogiendo confianza y sintiéndome más cómodo a medida que avanzaba la temporada” y asegura que “es impresionante salir a cancha con casi 6.000 aficionados, sabiendo además que la gente de aquí entiende de baloncesto, y escuhar que quieren que te quedes. Fue muy bonito”.
Más allá de los números, los intangibles, como la garra y entrega en cada lance, señas de identidad del carácter del brasileño, son el aspecto que más encandila a la afición del joven base del Rio Natura Monbus Obradoiro. Rafa se confiesa argumentando que “no me gusta perder en nada, que después de una derrota vengan a decirte cosas. Si perdemos, que sea con orgullo, luchando. Me da igual tirarme, abrirme la cabeza…Marcharme de la cancha sabiendo que lo he dado todo es muchas veces más gratificante que ganar”.

Rafa, mira al futuro internacional con ambición. Con los Juegos Olímpicos de Rio a poco menos de año y medio de disputarse, reconoce que “para cualquier deportista es un sueño jugar unas Olimpiadas en su país, y tengo esa ilusión”. Tras ser el último descarte y quedarse a las puertas del Mundial, dice sentirse “tranquilo”, y señala como clave “hacer bien mi trabajo, dando paso a paso para ganarme la confianza del entrenador”.
Lo primero de todo, felicidades por haber llegado a esta cifra tan especial. ¿Cómo te sientes?
No me había parado a pensarlo hasta que llegó esta semana. Fue entonces cuando me paré a recordar todo el camino que tuve que recorrer hasta llegar aquí, la Liga Endesa que es la segunda mejor del mundo. Espero que sean muchos más y continuar con una buena carrera baloncestística en España. El día del partido sí que fue muy emocionante, pensar que “aquí estoy, con 150 partidos y un largo camino por recorrer”.
Está siendo tu tercera temporada en Santiago. ¿Con qué momentos te quedas de los vividos durante estos tres años?
El mejor, cuando nos aseguramos el playoff. Para la ciudad fue algo increíble. Para nosotros también, pero sobre todo por el club, por todo lo que trabajan para que todo funcione a la perfección. Ese fue un grandísimo momento. Otro, fue el partido de Badalona, porque aunque nos quedamos fuera de la Copa del Rey y de entrada fue muy duro, nos enseñó muchísimo y nos ayudó para llegar al playoff.
Este curso estrenas capitanía. ¿Cómo lleva un jugador tan joven ese “peso” extra?
Sí, implica una mayor responsabilidad. Tienes que estar más tranquilo, principalmente. Al principio me costó un poco, pero soy joven y está siendo una gran oportunidad para aprender. A partir de ahí, no cambia mucho mi papel, porque los jugadores de aquí no tienen ningún problema, y eso facilita las cosas.
Quizás tu papel y se haya notado más a la hora de ayudar a la integración. Recordemos que esta temporada, fueron nueve los jugadores que llegaron nuevos al equipo. ¿Fue difícil el acople?
Sí, y más en un equipo como el nuestro, en el que la pretemporada es muy dura y tenemos que aprender muchas cosas nuevas en muy poco tiempo, con la llegada de jugadores muy jóvenes sin experiencia en la Liga Endesa. Pese a eso, la pretemporada la hicimos muy bien, con todo el mundo intentando acoplarse rápido. Personalmente, yo intenté ayudarles desde que llegaban, haciendo que se sintieran cómodos para que pudieran trabajar tranquilos. Ahí quizás se haya notado más el papel de capitán.
Hablando un poco de lo que ha dado de sí esta primera vuelta, primero en el aspecto individual, ¿cómo la valoras? Tuviste esa lesión en pretemporada, pero pronto volviste a las canchas para ayudar a tus compañeros.
La lesión me cortó bastante, porque venía como un toro después de haber realizado toda la preparación mundialista con Brasil. Llegué muy bien físicamente, pero después de la lesión me costó arrancar, más irregular que los otros años en los primeros partidos, pero últimamente me estoy encontrando más cómodo, y espero seguir mejorando.
Este año está habiendo muchas rotaciones en todos los puestos. Particularmente, tú, Pepe y Fran os estáis alternando el mando del equipo. ¿Cómo se lleva esa competencia sana durante la temporada?
Para nosotros es muy positivo porque nos incentiva a trabajar más cada semana y nos permite mejorar. Damos el máximo en cada entrenamiento porque los tres queremos jugar.
Sin duda estas variantes dan mucha riqueza y más posibilidades al juego del Rio Natura Monbus Obradoiro…
Justo. Aunque somos semejantes tenemos nuestras diferencias que a cada uno nos hace especial. Y esto es bueno para el equipo, porque ningún partido se juega igual. Incluso dentro de un mismo encuentro hay momentos puntuales en los que es necesario cambiar.
Centrándonos en el conjunto, ¿cómo has visto la primera vuelta del Rio Natura Monbus Obradoiro?
Yo pondría un sobresaliente. Estuvimos otra vez a las puertas de la Copa. Quizás echamos en falta ganar algún partido fuera de casa, algo que hicimos bastante bien el año pasado, pero habiendo tenido tantos cambios, con un equipo prácticamente nuevo, ha sido una primera vuelta muy buena.
Sar ha sido hasta ahora clave para vosotros, y lo será aún más ahora que vienen los grandes equipos de la Liga
Seguro. Sobre todo para los jugadores más jóvenes. Cuando estamos mal nos meten una marcha más, y lo hemos notado en algún partido esta temporada en el que estábamos contra las cuerdas y nos han hecho reaccionar. Realmente pensamos que es una afición increíble, no tiene nada que ver con lo que hemos visto por ahí.
¿Qué esperas de esta segunda parte de la competición?
Por lo menos el mismo trabajo que hemos hecho hasta ahora. Competir contra los grandes, que ahora vendrán por Santiago y tratar de mejorar fuera.
Este sábado, el Rio Natura Monbus Obradoiro recibe a otro grande de la Liga Endesa, el Valencia Basket. ¿Cuáles son las claves para hacerles frente?
Hay que jugar duro. Aunque hayan cambiado de entrenador y sea un momento de transición para ellos, nos tenemos que poner a su altura y ser agresivos. Sabemos que si nos relajamos, aunque sea un minuto, nos van a meter un parcial importante, así que la clave será igualar su nivel físico y mantener la concentración.
Foto:ACB