Valencia Basket Club 81: Van Rossom (5), Thomas (13), Abalde (7), Dubljevic (14), Thomas (17) – quinteto inicial – García (3), Labeyrie (6), Tobey (4), Vives (7), San Emeterio (0), Doornekamp (5) y Galarza (-).
Parciales: 19-23, 21-14, 28-24, 10-20.
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Vicente Bultó y Jorge Martínez Fernández.
Incidencias: Partido correpondiente a la cuarta jornada de la Liga Endesa, disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 4.896 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas por las inundaciones de Mallorca.
Lo dio todo el Monbus Obradoiro. Trabajaron a destajo los jugadores durante toda la contienda. Y terminó malherido Pepe Pozas, en una acción con Van Rossom y y Labeyrie, que dejó fuera de juego por varios minutos al base malacitano, que sangró ostensiblemente por la nariz. Pepe hizo jugar al Monbus Obradoiro a muy buen nivel,y concluyó con siete aistencias y 15 de valoración. El capitán estuvo secundado por actores de lujo, como Vasileiadis como máximo anotador (18 puntos) y Brodziansky y Llovet elevando la temperatura por dentro.
Fue un partido de tú a tú, a excepción de dos escapadas, una por cada equipo. El Monbus Obradoiro consiguió capear el temporal cuando Valencia amenazó con fugarse (21-30 mediado el segundo cuarto) y los taronja se recompusieron de los mejores minutos en ataque de los obradoiristas (64-52) cuando Obst desató una tormenta sobre la zona taronja.
Antes, entre y después de esas dos fugas, hubo tiempo para muchas alternativas (hasta 11) y otros tantos empates en el marcador. Fue un partido precioso, memorable por momentos, con Sar encendido por la magia de Kostas Vasileaidis. El alero griego volvió a incendiar el pabellón a su estilo, de triple en triple, alguno de ellos imposibles, como el que clavó a una mano para mandar al Monbus Obradoiro con ventaja al descanso (40-37).
El Valencia Basket vivió de la producción interior de Bojan Dubljevic y Will Thomas. El primero acabó siendo el mejor del partido (14 puntos, 24 de valoración) y el segundo resultó clave en el tramo final (17 puntos, 21 de valoración). Percutiendo con la espalda a sus defensores, fue capaz de anotar y de acudir a la línea de tiros libres. De poco sirvieron las defensas de los jugadores obradoiristas porque Will siempre encontró soluciones positivas para el Valencia Basket en el tramo final.
Un último cuarto en el que el acierto desde el triple fue clave. El Monbus Obradoiro llegó al asalto definitivo con ocho aciertos en diecisiete intentos. En los últimos diez minutos, los ocho lanzamientos de tres que probaron los tiradores del elenco gallego se toparon con el aro. No así el tiro final de Van Rossom. El base belga, que no había anotado desde más allá del arco en toda la noche (cuatro fallos hasta la acción definitiva), acertó en el momento mas letal. Cuando no había margen de maniobra. El triple de Van Rossom, asistido por Thomas, besó la red cuando el tableró se tiñó de rojo y la bocina marcó el final del encuentro.
El Monbus Obradoiro cayó contra el gigante valenciano y la afición envolvió a sus jugadores en una atronadora ovación. El gran trabajo de los de Moncho Fernández no alcanzó para sumar la tercera victoria de la temporada, pero sí para enamorar a una afición que espera con ganas la visita de otro gigante, el Real Madrid, el próximo domingo (17:00 horas).
Íñigo Caínzos – Obradoiro CAB
ACB Photo / X. Cortizo