«Teníamos otras perspectivas cuando empezó la temporada, pero hay que asumir la realidad. Tenemos lo que hemos cosechado. Con este entrenador hemos mejorado muchísimas cosas, intensidad y una idea clara de juego, pero los resultados tampoco llegan», dijo a los periodistas tras la derrota ante el Coruxo (2-0).
El atacante blanquiazul hizo autocrítica en una temporada en la que aún no ha visto portería en la categoría de bronce del fútbol español.
«A nivel particular, siento frustración, los registros son nefastos. A nivel de ocasiones antes creábamos poco, ahora más», razonó.
Consideró que el Deportivo tiene dos opciones, sentarse «a llorar» o «encarar» la situación, y abogó por no «echar cuentas ahora».
«El entrenador ha puesto énfasis en que nadie puede bajar la cabeza. Hay que hacer mucha autocrítica individual y colectiva. El Guijuelo es un partido a vida o muerte», dijo con la vista puesta en el siguiente partido.
«Tenemos que prepararlo como una familia, que es lo que somos», sentenció el futbolista venezolano.