La Cafetería Pabellón entrega su premio «especial» de la San Martiño y que está patrocinado por Cafés Campos – Las Antillas con la colaboración de la tienda de deportes ProlSport.
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Siempre sonriente y mostrándose feliz y orgulloso y con una gratitud incondicional, nos recibe Manuel Fernández Ledo en la Cafetería Pabellón, para recibir el II Trofeo Cafetería Pabellón de la carrera de San Martiño 2015 tras ser el atleta

ourensano más veterano en cruzar la línea de meta el pasado domingo en la XXXIX edición de una carrera que cada año cuenta con más adeptos y bate sus propios récords de inscripción, 11.716 este año. El año anterior, en la primera edición del Trofeo, se le entregara el premio a la última clasificada en la carrera, Laura de Matos Mera.
Ledo, como le conocen sus amigos y compañeros del club Atletas Veteranos Ourense en el que lleva unos dos años, procura participar en todas las carreras que puede, este año lleva 15 incluida la Gran Bahía Vig-Bay (Vigo – Bayona) que es una media maratón (21,1 km), además de salir a correr casi a diario, sin una sola lesión, con sus compañeros de club, que lo definen «como una persona muy querida dentro del club, feliz y risueña siempre dispuesto a viajar con el grupo e integrándose perfectamente desde el primer día».

Con una vitrina en su casa plagada de trofeos, podría parecer que lleva toda una vida dedicada al atletismo, pero nada más lejos de la realidad. Empezó a correr a la «temprana» edad de 65 años después de toda una vida de trabajo, y sin otro objetivo que no fuese el llevar un hábito de vida saludable, sentirse bien sin que haya ocurrido nada especial. Se le ve agradecido por todo y por nada a la vez, ya que para él se ha convertido en un rutina que le gusta y le hace feliz. Hay un dicho que dice que el éxito lleva a la felicidad pero en su caso creo que ha sido todo lo contario: su felicidad le ha llevado al éxito, porque el éxito no consiste en ser mejor que nadie, ni llegar antes que nadie sino en superar tus propios limites y cruzar las líneas de tus propias metas, y sobre todo, en hacerlo con humildad, y de esto, Ledo, “va sobrado”. Sin duda todo un ejemplo para muchos, servidor incluido.