Los de Miguel Cardoso discutieron la posesión ante los azulgranas y disfrutaron de varias llegadas peligrosas que no pudieron concretar. Plácida victoria azulgrana en la que Dembélé y Messi marcan para los catalanes frente al conjunto de Vigo en el Camp Nou.
El Barcelona se marcha a las vacaciones de Navidad como líder. El vigente campeón de la liga tuvo un partido de guante blanco frente a un Celta de Vigo de Miguel Cardoso que sumó su segunda derrota desde que se hiciese cargo de la nave olívica y que se marcha al descanso. Un 2-0 claro y contundente que ha servido para confimar que el sistema cerrojo de Ernesto Valverde ha vuelto al encadenar cuatro partidos consecutivos sin encajar gol (13 goles a favor y ninguno en contra) y para paliar el triunfo madridista en el Mundialito de clubes. Una vez más la liga española sirve de bálsamo al conjunto catalán de los éxitos internaciones del Real Madrid. Justo lo contrario que pasa en política.
Y otras dos, con un Maxi Gómez que fijó a Gerard Piqué para probar la atención de Ter Stegen, y con un Hugo Mallo que reventó el balón después de una gran acción y servicio de Iago Aspas. Ésta última justo antes del 2-0 que destrozó el choque. En ese segundo tanto se confirmó lo que se intuía que Leo Messi, máximo goleador de la liga (15) y del año (34), mejor jugador del mundo digan lo que digan los periodistas, iba a machacar el debut de Robert Mazán en el lateral izquierdo. 11 goles en los últimos 11 partidos.
Lo que nadie se explica cómo a estas alturas, un entrenador, por muy nuevo que sea en esta competición, no comprenda lo que determina la sociedad Jordi Alba – Leo Messi, o Leo Messi – Jordi Alba. La primera se vio reflejada en el primer gol. El argentino de organizador y el ex del Valencia como carrilero devolviendo al 10 que disparó, repelió Rubén Blanco y Dembele no perdonó marcando su décimo tanto esta temporada burlándose de todo sistema de concentración.
La segunda, lo contrario, un balón largo del lateral al crack que, ¡atención!, solo, marcó a placer antes de marcharnos a vestuarios dejando en estocada psicológica el compromiso y dar por bueno la 17ª asistencia del que fuera denostado por Luis Enrique en la selección. Solo el lateral del Bayern, Joshua Kimmich (nueve) ha logrado más asistencias que Jordi Alba del Barcelona (siete) esta temporada en todas las competiciones de entre todos los defensas (solo jugadores de las cinco ligas.
El segundo tiempo no tuvo más historia. No hubo ni los incidentes del primer tiempo donde fueron atendidos hasta cuatro futbolistas: el propio Jordi Alba, Dembele, Rakitic y Rubén Blanco (en el segundo solo se atendió a David Costas). Continuó el fútbol pausado, de mucho toque, poca presión y casi nula recuperación en campo contrario. Fue coser y cantar. Para mayor tranquilidad para los culés, la estrella viguesa tuvo que retirarse lesionado de su tobillo derecho. Algo que aprovechó Miguel Cardoso para cambiar de sistema reforzando el centro del campo. Estaba deseoso de hacerlo y este inconveniente se lo puso en bandeja. Estuvo a punto de obtener resultados inmediatos pero Brais Méndez la envió fuera.
Posteriormente, Fran Beltrán leyó mejor que Araujo la pizarra que de nuevo Maxi Gómez al primer palo si supo hacerlo peinando hacia atrás, pero el de Seseña falló lo infallable. Por su parte, Luis Suárez, Nelson Semedo o el propio Messi los que buscaron la sentencia, pero no la encontraron. No hizo falta. Fue un brindis al sol para una afición del Barcelona que pobló el Camp Nou en plenas vacaciones navideñas.