El pasado domingo, la afición de la Unión Deportiva Ourense volvía a la que debería ser su casa desde hace varios meses. Como el famoso anuncio de turrón, los ourensanos volvían a su hogar por Navidad. Habían pasado 224 días desde el último partido del Club Deportivo Ourense en el campo de O Couto. |
Pueden quitarte el nombre, el escudo, los títulos, las menciones, la camiseta y hasta borrarte del mapa. Pueden darte la espalda, obviarte, dejarte morir o incluso hacerte desaparecer. Lo que jamás podrán nunca quitarte es el orgullo, el sentimiento, los colores, en definitiva, el amor por lo tuyo. El pasado domingo, la afición de la Unión Deportiva Ourense volvía a la que debería ser su casa desde hace varios meses. Como el famoso anuncio de turrón, los ourensanos volvían a su hogar por Navidad. Habían pasado 224 días desde el último partido del Club Deportivo Ourense en el campo de O Couto.
La afición ourensanista ya demostró el pasado verano que quieren fútbol, que a orillas del Miño se respira balompié y que la muerte del CD Ourense fue solo un paso atrás para tomar impulso. El nacimiento del nuevo club trajo consigo una realidad, la afición seguía al pie del cañón. El conjunto de As Burgas milita actualmente en la Tercera Autonómica, la última categoría del fútbol español. Cualquiera lo diría cuando hace siete meses el conjunto capitalino disputaba su último encuentro frente al Logroñés en Segunda División B.
Este paso atrás ha servido para que los seguidores ourensanistas hicieran renacer su club. Un equipo popular, en la que la voz del socio se haga oír y en el que las cuentas estén claras. Un conjunto presidido por la afición, con presupuestos acordes y con trabajo desinteresado a las espaldas. La Unión es el fruto del trabajo de una afición por volver a competir, de superar las trabas en el camino, de reinventarse y de solidaridad. Mucha solidaridad.
Pero retomamos de nuevo la tarde del domingo. El conjunto de As Burgas regresaba a su estadio. Tras mucho batallar, habían logrado que la Xunta accediese a conceder un permiso temporal para utilizar las instalaciones de O Couto y disputar el partido frente al Palmés. Reabrir el campo parecía fácil, pero hubo que recurrir a voluntarios, que se encargaron de vender entradas, controlar el acceso, hacer carnets de socios, vender rifas, camisetas y bufandas.
Tras varios meses jugando sus partidos como local en el estadio Miguel Ángel, que se quedó pequeño para los más de 600 fieles que acudían a cada cita, llegaba el ansiado momento esperado desde la fundación de la UD Ourense. Y como era de esperar, la masa social no falló a esta cita. Más de 1.500 personas llenaron la grada de tribuna para presenciar el primer choque de la historia del club ourensano en O Couto. Ni la propia directiva esperaba llenar de esta forma, pero la ciudad respondió a la llamada. A los casi 1200 socios que ya posee el club, se sumaron 318 entradas vendidas en la taquilla.
Nueva victoria y números de ensueño
El equipo, por supuesto, tampoco defraudó. Fueron muchos los que se acercaron a O Couto para ver a viejos conocidos del Club Deportivo Ourense. José Ramón Dacosta, Víctor Arias, Adolfo o Santi son algunos de los ex futbolistas que decidieron apoyar al nuevo club y volver a calzarse a las botas. A ellos se sumaron otros muchos de la regional ourensana como Xurxo, Lucas Nieto, Diego Soto, Roberto Dacosta o Julio Salgado, que no dudaron en sumarse al proyecto de Antonio Dacosta en el banquillo y bajar unas cuantas categorías.
La Asociación de Ex Jugadores de Club Deportivo Ourense es junto a la afición, la gran artífice de este proyecto. Los ex futbolistas apoyaron desde el inicio del nuevo club, implicándose en todas las áreas, desde jugar, a entrenar a los equipos de la cantera, pasando por ejercer labores directivas. Y como no podía ser de otra forma, Manuel Cabaleiro, el mítico medio del extinto equipo, también se sumó al proyecto.
El equipo volvió a vencer, esta vez por 7-1 al CD Palmés, que contó en la grada con un centenar de aficionados, que también se hicieron oír. Roberto Dacosta anotó el primero de la tarde y Lucas Nieto firmó el segundo poco después. El partido quedaba controlado desde el comienzo, una buena noticia para deleitar a la afición. Dacosta anotaba el tercero antes de llegar al descanso, el segundo en su cuenta particular. Julio Salgado, Adolfo de penalti, Santi y Xaco completarían la goleada, con un tanto de Roque para el cuadro visitante.
El último partido liguero del año, todavía disputarán un encuentro de la Copa Diputación este próximo fin de semana, sirvió para que la Unión Deportiva Ourense sumase su décimo tercera victoria de la temporada. 13 victorias en 13 partidos, 76 goles a favor, 5 goles en contra para sumar un total de 39 puntos. Los ourensanos quitan 5 puntos a su inmediato perseguidor, que precisamente es el Palmés. El cuadro de As Burgas tiene los mejores números del fútbol español.
La fiesta fue para todos
Como no podía ser de otra forma, la fiesta llegó a todos los rincones y hubo tiempo para homenajes. En los prolegómenos del encuentro se le brindó el merecido reconocimiento a las internacionales ourensanas de la selección femenina de fútbol sala. Vanesa Sotelo e Iria Saeta realizaron el saque de honor y se llevaron un obsequio por haber conquistado la medalla de bronce hace unos días en el Mundial de Costa Rica.
También recibió honores la cantera del club, que en el descanso saltó al césped para realizarse la foto de familia. El club consiguió sacar a competir 6 equipos en las divisiones inferiores. 1 conjunto de juveniles, cadetes, infantiles, alevines, benjamines y prebenjamines. Si algo ha tenido claro la directiva desde su creación es que no se puede descuidar a la base. Y en ello también se han volcado los ex futbolistas. Sobre el césped recibieron una merecida ovación.
El futuro pasa por O Couto
El ourensanismo dejó claro el domingo que apoya totalmente al nuevo club, que quieren jugar en O Couto y que van a seguir volcándose con el equipo. El domingo se agotaron las bufandas, se llenó prácticamente la grada de Tribuna, se vendieron muchas camisetas y otras se dejaron ver por las gradas y lo más importante, se superaron las expectativas. El futuro del equipo está cimentado en unas bases sólidas y parece improbable pensar que no podrán jugar como locales en O Couto.
En las próximas semanas la directiva se reunirá con la Xunta de Galicia para negociar un contrato de larga duración. En la circular enviada por el órgano regional hace unas semanas, había varios puntos que el club no puede aceptar. Entre ellos estaba que en caso de avisar con tres meses de antelación, la Unión debería dejar de jugar sus partidos en el templo del ourensanismo. Otro punto candente llega con el seguro del campo. El club pagó un seguro de responsabilidad civil para disputar el encuentro, pero un seguro a todo riesgo es algo que las arcas del equipo no se pueden permitir. En las próximas semanas se espera que se acerquen posturas y que en 2015 puedan jugar ya como locales de forma indefinida.
No deberían negarse los rectores, pues han de saber que el ourensanismo se ha mostrado unánime apoyando a la Unión Deportiva Ourense. El fútbol capitalino tiene ya nave para capitanear su nombre por todo el panorama español, solo tiene que seguir los pasos dados hasta ahora. Cada pequeño avance es una traba menos para retornar a la categoría perdida. Ourense quiere fútbol y Ourense quiere a la Unión.
Twitter: @TaboadaJavi