El Deportivo recibirá en el último tramo de la temporada al Sporting de Gijón, que iba a acudir a Riazor con más de mil aficionados en la primera jornada que fue aplazada por el coronavirus, el Rayo Vallecano, la Ponferradina, el Huesca, el Extremadura y el Fuenlabrada.
Además de la reducción de ingresos por taquilla, el Deportivo también perderá algunas partidas correspondientes a publicidad y las ventas de la tienda oficial que tiene en Riazor y que genera más caja los días de partido.
En el caso de que vuelva LaLiga, el Deportivo tendrá que compensar a sus abonados con la parte proporcional a los partidos que no podrán ver en Riazor, tanto con devoluciones del importe si estos lo solicitan como en los abonos de la próxima temporada, que también estarán condicionados por las medidas que se adopten en la asistencia a los campos.
Una situación parecida a la de los palcos VIP, que tampoco podrán ser disfrutados por sus usuarios.
Esta temporada, las pérdidas por todos esos conceptos superarán el millón y medio de euros y podrían alcanzar los dos millones, según fuentes próximas al club.
En el caso de que LaLiga no se reanude, habría que incorporar a esas cuentas las pérdidas por los derechos de transmisión, lo que dispararía la merma de ingresos por encima de los cuatro millones.
El Deportivo se encuentra actualmente en posiciones de descenso a Segunda B, por lo que si la temporada concluyera sin disputarse más partidos, podría perder la categoría si, como dijo el presidente de la patronal, Javier Tebas, se producen descensos.
No obstante, en ese caso el club ya ha anunciado que pondrá en funcionamiento su maquinaria jurídica porque entiende que, con el triple empate a puntos con Oviedo y Albacete, el que tendría que bajar a Segunda B es el conjunto manchego.