El Celta se reencuentra con la victoria en un partido lleno de goles y sufrimiento. Guidetti, por partida doble y Aspas, encarrilaron el encuentro.
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RC Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Jonny, Hugo Mallo, Cabral, Planas; Tucu Hernández (Sergi Gómez, min.84), Wass; Iago Aspas, Orellana, Bongonda (Radoja, min.69); Guidetti (Señé, min.62). Levante UD: Diego Mariño; Pedro López, Navarro (Ghilas min.80), Feddal, Toño García; Lerma, Camarasa, Simao (Roger, min.65); Deyverson, Morales y Cuero (Rubén García, min.55). Goles:
Árbitro: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla Bongonda a por parte del Celta, y a Toño García, Simao, Camarasa y Lerma por parte del Levante. Incidencias: partido correspondiente a la jornada 20 de la Liga BBVA disputado en el Estadio de Balaídos ante unos 17.000 espectadores |
Eduardo Berizzo respiraba aliviado al final del partido y no era para menos. Sus pupilos se reencontraban con la victoria tras tres derrotas consecutivas y en un encuentro que tuvieron dominado y sellado, pero en el que se confiaron y acabaron sufriendo ante el colista de la categoría. El Levante llegaba a Balaídos tras romper su mala racha de derrotas frente a un rival directo como el Rayo Vallecano, pero volvieron a sufrir en sus carnes el amargo sabor que deja el caer ante el rival. Eso sí, los granotas pueden irse con la cabeza alta, fueron a remolque, estuvieron desahuciados y acabaron resucitando a base de lucha y errores forzados a los gallegos.
El encuentro comenzó con la tónica general que viene siendo habitual en el equipo local. Berizzo revolucionaba el once y se la jugaba con una alineación muy ofensiva. Wass y Pablo Hernández, dos futbolistas reconvertidos a la medular, formaban en el doble pivote. Por delante los Guidetti, Aspas, Orellana y Bongonda. Todo esto con una clara intención, salir al ataque desde el inicio y romper su maleficio goleador.
Salió el Levante a presionar arriba la salida del balón del Celta y a intentar dar algún susto que otro. Lo consiguió en varias fases de la primera mitad, pero los olívicos dominaban la posesión y buscaban un fútbol directo, aprovechando la velocidad por banda de sus extremos y los balones a la espalda de la zaga granota. Las primeras ocasiones las tuvieron los locales, pero la primera con claridad estuvo en las botas de Deyverson. El ariete brasileño remató con potencia un pase de un compañero, pero Sergio Álvarez detuvo en dos tiempos.
A partir de esa ocasión, llegó una intercalada de oportunidades. El Celta buscaba a Aspas, pero este no acertaba a ver portería. Primero porque Toño García se cruzaba en la trayectoria de su remate y poco después, cuando el propio lateral despejaba un remate de cabeza del de Moaña, tras un gran centro de Planas desde la banda. También gozó de una gran ocasión Camarasa, que recibía solo ante Sergio, pero su disparo lo desviaba el cancerbero de Catoira.
Tocaba y desbordaba el Celta, pero le faltaba insistencia en los metros finales, pero lo mejor estaba por llegar. Una triangulación entre Orellana, Aspas y Guidetti, la finalizó el sueco perforando el fondo de las mallas. La jugada la iniciaba el chileno, que pasaba para Aspas, que se adentraba en el área por la línea de fondo para dar el pase de la muerte al goleador del mes de enero de los gallegos
El gol espoleó a los locales, que se vinieron arriba y buscaron un nuevo tanto. No tardó en llegar, con el mismo protagonista de por medio. Daniel Wass se inventó un pase desde su casa a la espalda de la zaga y ahí apareció Guidetti, que con una vaselina, superaba a Diego Mariño. El partido parecía visto para sentencia y con el pitido del colegiado, los futbolistas se adentraban en vestuarios, pero la segunda parte no iba a estar exenta de emoción.
Relajación viguesa y susto granota
La segunda mitad arrancó con un Levante con aires renovados. Rubi pedía más intensidad a los suyos, que salieron a por todas, pero no terminaban de inquietar la meta rival. Orellana dispuso de la primera oportunidad de los segundos 45 minutos, pero su flojo remate, terminó en las manos de Mariño. Dominaban los olívicos, que aumentaban su ventaja por mediación de Iago Aspas. El de Moaña recibía un pase de Pablo Hernández y remataba al fondo de la red tras deshacerse de su oponente.
Rubi movía ficha y retiraba a Mauricio Cuero, desaparecido durante la primera mitad, para dar entrada a Rubén. Berizzo también movía ficha y sentaba al goleador de la tarde. Guidetti se marchaba ovacionado por la parroquia local y con el quinto gol en su haber en este mes de enero. Parecía que el encuentro estaba dormido y los vigueses parecían relajados, pero en dos minutos iban a despertarse de su letargo para encontrarse con una sufrida pesadilla.
El Levante, al que muchos ya daban por muerto, se puso el traje de oficio y se vino más arriba en busca de la meta rival. Un centro de Camarasa desde la banda, abrió la lata a favor de los granotas. Deyverson no perdonaba en el interior del área y remataba el cuero a gol. Y dos minutos después, llegaba el segundo del conjunto valenciano. Otro centro desde la banda, empanada de la defensa olívica y Pedro López entrando desde atrás ponía el 3-2 en el marcador. Restaban 25 minutos y los visitantes volvían a estar muy vivos.
El partido entró entonces en una racha de idas y venidas. Aspas probó suerte con un chut lejano y Deyverson hizo lo propio en el área rival, pero ambos se encontraban con los guardametas. Berizzo daba entrada a Radoja en detrimento de Bongonda. Buscaba el chileno reforzar la maltrecha medular e introducir a un futbolista de corte más defensivo. Rubi optaba por un nuevo delantero y Roger sustituía a Simao Mate. El técnico apostaría por un último cambio de corte ofensivo dando entrada a Ghilas por David Navarro.
Se iba a por todas el conjunto granota, que dejaba solo tres centrales para cerrar las acometidas olívicas y de ello se aprovechó Orellana. Pase de Aspas, que dejaba al extremo solo ante Diego Mariño, ante el que definía con la cabeza fría para establecer el 4-2 en el marcador. Restaban 6 minutos para la conclusión, pero no se rendía el Levante, que se iba a por todas y buscaba sacar petróleo en centros al corazón del área. Berizzo agotó su último cambio y Sergi Gómez sustituyó a Pablo Hernández. Conservador el argentino, que buscaba mantener el marcador.
Pedro Morales volvía a meter el miedo en el cuerpo de los locales con su tanto a falta de 2 minutos para la conclusión. El tanto establecía el 4-3 y dejaba todo abierto para un final de infarto, pero ya no se movería el marcador. Aspas dispuso de una última ocasión, pero estaba muy solo y Roger probó fortuna con un disparo que se marchó muy desviado.
El pitido final desató la alegría en la parroquia local, que vuelve a celebrar un triunfo tras tres derrotas consecutivas en Liga. Los olívicos reciben entre semana al Atlético de Madrid en Copa y mantienen su quinta plaza europea una semana más. El Levante, por su parte, se marchó decepcionado de Balaídos por no lograr mejor suerte, pero pueden irse con la cabeza bien alta, después de pelear hasta el final un partido que parecía sentenciado al inicio de la segunda mitad.
Fotos: La Liga