Foto: LaLiga 123
El CD Lugo llegaba a Los Pajaritos con la aspiración de sumar los tres puntos, encadenar dos victorias seguidas y adelantar a los sorianos que les precedían en un punto antes de la disputa del encuentro. Como los alumnos aplicados se marcaban objetivos a corto plazo para poder ir escalando en la tabla y poner tierra de por medio con los puestos de descenso.
Para ello Alberto Monteagudo apostaba por la misma formación que se impuso la semana pasada al Rayo Majadahonda con Sergio Gil en lugar de Azeez y Josete, que retornaba de su sanción, en lugar de José Carlos. Ambos técnicos hablaron en la previa de la importancia de apoderarse del balón y todo hacia ver un duelo encarnizado por ella, pero los acontecimientos muchas veces provocan giros de guion.
Sin tiempo apenas para el movimiento de piezas sobre el tablero, David Rodríguez se estrenaba como numantino. El delantero talaverano aprovechó un pase al hueco de Villalba para batir a Juan Carlos en una jugada en la que fue lo suficientemente hábil como para evitar la línea del fuera de juego. La efectividad, que marcaría el sino del encuentro, se cernía sobre el Lugo como el temporal que comenzaba a azotar el terreno de juego. Nieve y nubes, elementos perfectos para dotar de mayor épica la intentona de remontada.
Los de Monteagudo comenzaban a borrarle el nombre del Numancia al balón, poco a poco iban poniendo con el rotulador el suyo. Pero esta vez en el patio iban ganando los de casa uno a cero un partido, que por méritos era de empate, gracias al acierto. Un tiro a puerta, un gol. El Lugo llegaba a línea de fondo por medio de Campabadal o Juan Muñiz, pero la conexión con Toni no era suficiente como para que llegasen remates claros. Juan Carlos, el numantino, se fue al descanso sin haber tenido que intervenir para salvar a los suyos.
A la vuelta de la caseta Monteagudo reinterpretaba la partitura y daba entrada a Gerard Valentín en lugar de Juan Muñiz. Cambio de sistema en busca de hacerse definitivamente con el dominio del choque. El Lugo iba hacia la luz, hacia el gol, en la portería en la que daba el sol. La meta lucense, por el contra, estaba a la sombra con una fina capa de nieve acumulada en la primera mitad. Metafórica la casualidad meteorológica, pero determinante en el desarrollo de los acontecimientos.
Cuando más incomodaban los lucenses a los sorianos el infortunio puso el partido de cara para los locales. Un balón interior a la altura del circulo central al que no llega Josete, Nacho que se anticipa y el pequeño extremo numantino supo deslizarse mejor por el hielo para plantarse sólo ante Juan Carlos y poner un dos a cero cuasi mortífero.
Lo siguieron intentando por amor propio los albivermellos, buscando a Manu Barreiro que disputó sus primeros 20 minutos con la camiseta del CD Lugo, pero la herida había sido letal. El Numancia amenazó siempre con las contras, pero el golpe de gracia llegó en un balón al área. Otro recién ingresado al terreno de juego, Guillemo, firmaba la tercera diana local y cerraba el partido. El de Soria fue un mal sueño para el CD Lugo que nada pudo hacer ante una efectividad que rayó la perfección del conjunto castellano. Lo bueno de LaLiga 1|2|3 es que los de Monteagudo tendrán ocasión de vendetta en una semana. Espera el Real Zaragoza.