Dépor 2-0 Osasuna || El Dépor golpea primero y mejor

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Foto: LaLiga

Por David Soria / Los Otros 18

Ficha Técnica
RC Deportivo: Dani Giménez; David Simón, Domingos Duarte, Pablo Marí, Saúl García; Vicente Gómez (Didier Moreno, min. 87), Mosquera, Krohn-Dehli (Edu Expósito, min. 64); Fede Cartabia; Quique González (Christian Santos, min. 72) y Carlos Fernández.

CA Osasuna: Rubén Martínez; Lillo, Unai García, David Garcia, Clerc; Fran Mérida, Oier; Rubén García, Roberto Torres (Brandon, min. 77), Kike Barja (Nacho Vidal, min. 61); y Juan Villar (David Rodríguez, min. 77).

Goles: 1-0, min.44: Carlos Fernández. 2-0, min. 75: Pablo Marí.

Árbitro: Gorostegui Fernández-Ortega, del comité vasco. Mostró amarilla a Fran Mérida (min. 37), Carlos Clerc (min. 47) y Brandon (min. 89), de Osasuna; y a David Simón (min. 41), Domingos Duarte (min. 84) y Carlos Fernández (min. 92), del Deportivo.

Incidencias: Partido correspondiente a la 15ª jornada de LaLiga 123 disputado en el Estadio ABANCA-RIAZOR ante 13.511 aficionados.

Deportivo y Osasuna se enfrentaban en Riazor con la aspiración de seguir sumando de tres en tres. Los locales llegaba tras un empate a domicilio contra el Almería, pero con la opción de ponerse líderes tras la derrota del Granada. Por su lado, los rojillos llegaban a Galicia con tres victorias seguidas en su zurrón y la ambición de refrendar las buenas sensaciones de local y encadenar dos victorias a domicilio.

El partido se presentaba por tanto vibrante. Dos equipos con reminiscencias de primera y que querían dar el do de pecho en Riazor para demostrar sus claras opciones de medrar de categoría. Y con estas espectativas, el comienzo del encuentro comenzó con los dos equipos midiéndose, asegurando los pases y sin correr riesgos innecesarios.

Ya es mala suerte que llueve cuando visitamos Galicia, debían pensar los navarros. Que con las buenas sensaciones de los últimos partidos y el gran juego colectivo mostrado en El Sadar, veía en la lluvia un problema añadida a su dificultad de ganar a domicilio. Sin embargo, la primera gran ocasión del  duelo estuvo en las botas rojillas. Fue en un buen centro lateral de falta de Torres, pero el remate de David se marchó lamiendo el palo.

El Depor no se amilanó. Sabedor de su poderío en su feudo, sacó orgullo y respondió con prontitud y contundencia al arrojo rojillo. Quique peinó un centro lateral en el que Rubén tuvo que despejar, pero sin contundencia, por lo que el balón volvió a pies del exdelantero de Osasuna que ya se relamía ante una ocasión de gol primorosa pero la defensa rojilla se tiró ante el chut para desviar el disparo.

El encuentro entró en una fase de atasco. Los dos equipos refrendaban sus malas acciones ofensivas una gran maraña defensiva y obligando al rival a dar siempre un toque o un pase más. Sólo un chispazo de Torres, tras un control con la puntera y un chut desde lejos se coló en este tramo insulso del encuentro.

Sin embargo, el devenir del encuentro se rompió ante las proximidades del descanso. Clerc intentó jugar un pelotazo del Depor cediendo de cabeza el balón al centro. Quique, listo en la caída, se hizo con el esférico y amagaba en la frontal ante el pánico de la defensa rojilla que se arremolinó en su  derredor para despejar el chut del delantero. Este despeje cayó en la zona de la que venía Quique y que ocupaba en solitario Cartabia. El extremo controló el balón y puso un magnífico centro en el espacio entre portero y defensa, ahí donde es letal. Y con ese caramelo, y el mejor jugador del mes de octubre rondando la zona, el gol estaba hecho. Carlos Fernández dirigió el balón a la red y adelantaba a su equipo, el Depor golpeaba primero y como decía en las declaraciones postpartido Oier, capitán rojillo, era un “gol psicológico”.

La segunda parte se iniciaba con los dos equipos con los mismos onces, pero los entrenadores, especialmente Arrasate por la desventaja en el marcador, pensaban ya en cómo controlar o dar la vuelta al encuentro con los hombres del banquillo. Con la presión del marcador, el entrenador de Osasuna movió el banquillo, pero no sacó un hombre ofensivo, sino que sacó a Nacho Vidal por un voluntarioso Barja. Los rojillos movían el sistema, pasaban a defensa de tres con el exvalencianista de carrilero derecho y Clerc haciendo lo mismo en la izquierda, un movimiento que buscaba dar amplitud al campo y buscar el desequilibrio en las bandas, donde el césped parecía estar en mejores condiciones.

El cambio no tuvo un efecto inmediato. Osasuna se enredaba en toques innecesarios y estériles atrás, no buscaban un juego más directo que podría ser más fructífero con Riazor imitando las antiguas “naumaquias” del Coliseo.

 El Depor era quien mostraba más peligro. Cartabia fue quien desempolvó la emoción de la hinchada. Un gran zurdazo, marca de la casa, buscaba la escuadra derecha de la portería rojilla cuando Rubén en una estirada más espectacular que sobria, desviaba el balón para que no tocase la red sino el larguero. Y poco después, llegó la sentencia. Un córner centrado al corazón del área rojilla se encontró con la cabeza de Pablo Marí, que entraba poderoso y sin marca para rematar picado el balón al fondo de la portería. Los rojillos veían minadas sus opciones de una nueva remontada.

Arrasate tocó a ofensiva desesperada, sacó a Brandon y David y retiró a Torres y Juan Villar. Pero el campo no favorecía las intenciones de juego rojillas y las jugadas a balón parado no terminaban de sonreir a los rojillos. Dani Giménez desvió primero un toque de su defensa tras un centro de falta rojilla, y pese a su adorno, quizá excesivo, estuvo rápido para levantarse y llegar a tapar el tiro escorado de Unai García.

Los últimos minutos sonrieron a los rojillos, ya que Fran Mérida, sobrexcitado, se metió en una guerra de guerrillas inútil y pudo ser expulsado en dos ocasiones. Incluso Arrasate tuvo que saltar a pararlo y alejarle de un conflicto que enfrentaba a Oier y Carlos Fernández. “Todo queda en el campo, son lances del fútbol”, decía el delantero deportivista al término del encuentro.

Osasuna vio el final del encuentro con la esperanza de no perder a un hombre clave para su próximo encuentro y sin descubrir la forma de acorralar al conjunto loca. Por su lado, los deportivistas vivieron un final tranquilo y viendo a su equipo aupándose al liderato.

La próxima jornada los rojillos recibirán al Lugo el domingo a las cuatro. Mientras que los gallegos visitarán al Rayo Majadahonda, estrenando El Cerro del Espino esta temporada, en el encuentro matinal del domingo.

Foto: LaLiga 123