Alonso acabó la jornada a 15 minutos de Zala, una marca más que decente para la primera etapa de su carrera en el Dakar, pero advirtió al terminar que puede dar más de sí porque lo importante en estos primeros pasos es no cometer errores y permanecer entre los diez primeros.
«Sé que tengo más en el bolsillo, pero no es el momento aún de sacarlo», comentó Alonso al llegar al campamento de la primera etapa, que tuvo 752 kilómetros entre las ciudades saudíes de Yeda y Al Wajh, de los que 319 fueron cronometrados.
En su preocupación por mantener en buen estado su 4×4, su peor momento en la etapa fue cuando se perdió junto a su copiloto Marc Coma durante tres o cuatro minutos y al reincorporarse al rumbo correcto se encontró detrás de otros tres automóviles que le obligaron a bajar el ritmo y la velocidad durante unos kilómetros.
EL TOYOTA MEJOR CONSERVADO
Aunque tantos pinchazos en el mismo tipo de coche puedan generar preocupación, el campeón de Fórmula 1 se mostró más tranquilo al considerarlo mera cuestión de suerte, igual que a él le ocurrió en octubre en el Rally de Marruecos, la antesala del Dakar.
Al Attiyah, el vigente campeón del rally, había marcado los mejores tiempos en los primeros parciales de la etapa, pero se quedó sin el triunfo del día por tres pinchazos en la parte final de la ruta.
Solo con los infortunios que sufrieron la mayoría de los pilotos favoritos para ganar el Dakar se explica el campanazo que dio el lituano Zala, un hombre que no entra en ninguna quiniela y cuyo mejor resultado en la carrera había sido el duodécimo puesto del año pasado.
SAINZ COMIENZA CON BUEN PIE
El piloto madrileño, campeón del Dakar en 2010 y 2018, explicó que tampoco se salvó de los pinchazos e igualmente padeció un pinchazo, extrañamente en una superficie blanda como la arena.
«No sé por qué. No tiene mucha explicación. Luego tuvimos mala suerte para encontrar un punto GPS dentro de la ruta. Al final apretamos y recuperamos bastante, y así pudimos paliar un poco los daños», relató Sainz, que finalizó tercero, a menos de tres minutos del líder.
Peterhansel acabó a poco más de dos minutos, a pesar de que achacó sus problemas para comprender las instrucciones que le da en inglés su nuevo copiloto, el portugués Paulo Fiuza, pues siempre había tenido de compañero a pilotos franceses como él.