Reparto de puntos en Balaídos en un encuentro muy entretenido para el espectador pero que habrá dejado muy preocupados a ambos técnicos. El Celta dominó el choque durante casi una hora, pero no supo jugar cuando tenía el marcador a favor. El Girona, que solo pudo jugar de tú a tú mientras el partido estuvo loco, logró llevarse un empate gracias a un gol de Juanpe en la recta final.
Girona FC: Iraizoz; Bernardo, Alcalá, Juanpe; Maffeo, P. Pons, A. García (D. Luiz, 83′), Mojica; B. García (Olunga, 74′), Portu; y Stuani (Kayode, 68′)
Goles: 1-0, Sisto (8′). 1-1, Portu (10′). 1-2, Stuani (14′). 2-2, Maxi Gómez (16′). 3-2, Wass (76′). 3-3, Juanpe (86′).
Árbitro: González Fuertes (comité asturiano). Amonestó a Bernardo (21′), Maxi Gómez (42′), Stuani (44′), Juanpe (53′), Alcalá (90′), P. Pons (92′) y E. Mor (93′)
Los primeros minutos fueron un correcalles digno de dos equipos que no acaban de encontrar sus mejores sensaciones. Precipitados, sin orden, sin rigor. Cuatro goles en poco más de un cuarto de hora y otras tantas ocasiones. Juanpe perdonó al rematar solo un córner en el minuto 2 y Maxi Gómez no pudo cabecear bien un centro lateral unos instantes después.
No perdonaría Sisto al empujar en el segundo palo un centro de Wass en una gran transición del Celta. Poco le duró la alegría a los gallegos, ya que nada más sacar de centro Rubén Blanco tuvo que detener un mano a mano con Stuani y en la siguiente acción Portu empataba adelantándose a Jonny para tocar con la punta de la bota un gran centro de Mojica. El colombiano resultaría en uno de los mejores de los gerundenses en el primer acto, volviendo locos a los defensas locales gracias a su conexión con Borja García.
Los de Machín aprovecharon la inercia del rápido empate y a balón parado hacían el segundo. Jugada de manual. Esférico colgado al segundo palo donde Juanpe lo baja haciéndolo cruzar el área para que Stuani, demasiado solo ante la pasividad defensiva, solo tuviese que empujar. Pero la felicidad gerundense también resultó fugaz. Bernardo se equivocó al ir a presionar en el círculo central y su espacio lo aprovechó Maxi Gómez para ganar la espalda de la zaga y batir a Iraizoz en el mano a mano. Antes de que el partido se calmase, Rubén Blanco y Gorka sacaron dos disparos de Maffeo y Sisto, respectivamente, que buscaban la escuadra.
Llegados al ecuador del primer acto el Celta dijo basta. Los de Unzué empezaron a reducir el ritmo y a buscar combinaciones por dentro, donde el Girona tenía problemas para cerrar. Wass, de cabeza, y Maxi Gómez con un disparo lejano, rozaron el palo izquierdo de la meta catalana. Los albirojos seguían acelerados, especialmente Portu y Mojica, que cada vez que entraban en contacto con el balón ponían dirección sin frenos hacia portería.
Los locales salieron del vestuario con ganas de confirmar su dominio del juego y Aspas dispuso de una doble ocasión para volver a adelantar a su equipo, pero no estuvo acertado. El de Moaña, con total libertad de movimiento, recibía una y otra vez entre líneas volviendo loca a una defensa gerundense que sufría para tapar todos los huecos. En estos primeros compases de la segunda parte el Girona bastante tenía con resguardarse, y no fue hasta el 62′ con un disparo lejano de Borja García que se acercó al área rival.
Los técnicos decidieron mover los banquillos. Unzué agotó los tres cambios en apenas 15 minutos, quitando a Sergi Gómez, Sisto y a un Mayo lesionado para dar entrada a Roncaglia, Cabral y Emre Mor. Stuani y Borja dejaron el césped por los visitantes para que entrasen Kayode y Olunga. En esta batalla táctica el Celta vio, si cabe, más reforzada su superioridad.
Y llegó el momento Gorka. El guardameta gerundense pasó en unos minutos de héroe, con una doble intervención espectacular en en saque de esquina, a villano, comiéndose una falta directa de Wass. Bien es cierto que el jugador danés golpeó envenenado y el cuero cambió de trayectoria al pasar la barrera, haciendo que el paso lateral de Iraizoz resultase mortal. El Girona volvió a mostrar orgullo con el resultado en contra y la entrada de Douglas Luiz en la recta final permitió un último arreón de los catalanes.
El Celta, que llevaba casi una hora de control, se equivocó. Se olvidó del cuero y lo dejó todo a la defensa. Pronto se descubrió el error y un Juanpe que había estado en todas las jugadas ofensivas del Girona se encontró el esférico en una segunda jugada y lo cruzó lejos de Rubén para empatar a 5 minutos del final. Aún tuvieron una muy clara los celestes para llevarse los tres puntos en una jugada ensayada, pero Gorka volvió a tapar bien el remate a bocajarro de Aspas.
Alejandro Galante/Los Otros 18
Foto : LaLiga